“Es una gran noticia, una fiesta espiritual gigantesca que refresca el alma”, afirmó monseñor Castro, refiriéndose al anuncio del Papa León XIV sobre la canonización de estas dos figuras venezolanas. Sobre el Dr. José Gregorio Hernández, lo describió como “un ciudadano ejemplar y un hombre de Dios”, un modelo del “venezolano posible” que combinó la excelencia profesional con un servicio desinteresado. “Fue un hombre que creó país, fundó universidad, amó la paz y ennobleció las actividades cotidianas, mostrando que el trabajo diario, hecho con dedicación y cara a Dios, es santo”, señaló.
El obispo explicó que canonizar implica que la Iglesia reconoce públicamente la santidad de una persona, presentándola como modelo para los cristianos. En el caso de José Gregorio, resaltó su vida terrenal, marcada por su labor como médico que trajo técnicas avanzadas desde Europa y contribuyó a la creación del Hospital Vargas, un referente en Latinoamérica. “Es un hombre con los pies en la tierra, con los zapatos llenos de polvo en la antigua Caracas, que sirvió a sus paisanos y vivió de la misa, los sacramentos y la oración”, afirmó.
Asimismo, monseñor Castro destacó la figura de la Madre Carmen Rendiles, fundadora de las Siervas de Jesús, a quien describió como “una mujer impresionante” que, a pesar de sus limitaciones físicas, impulsó iniciativas educativas y asistenciales en Venezuela, especialmente en Margarita.
El prelado también hizo un llamado a los bautizados a participar en la misa dominical, describiéndola como “la fuerza y la gasolina” para vivir santamente la semana, siguiendo el ejemplo de José Gregorio y Carmen Rendiles.
